La oferta formativa online es cada vez mayor pero, a pesar de las expectativas generadas, muchas veces no se cumplen las necesidades y exigencias establecidas por los demandantes de la misma, por lo que se hace necesario tener una normas que evalúen la calidad de las formaciones y permitan a sus usuarios potenciales realizar una comparativa basada en criterios objetivos respaldados por organizaciones normalizadoras nacionales o internacionales.
En este sentido, AENOR ha desarrollado en España la norma UNE 66181:2008 de “Calidad de la Formación Virtual”, que tomando como referencia otras normas internacionales, establece las pautas mediante las que se certifica la calidad de las acciones formativas impartidas en modalidad de formación virtual, cuyos factores de satisfacción pretenden ayudar al cliente de la formación por un lado, que tendrá unos criterios de referencia que le permitirá establecer comparativas para formaciones similares, y al proveedor de la misma por otro, que dispondrá de los criterios necesarios que le permitan realizar una mejora continua en sus formaciones.
No obstante, y teniendo en cuenta que la recomendación que se hace desde AENOR es la de la aplicación conjunta de la UNE 66181 con otras normas de calidad ISO adoptadas como normas UNE, mi visión particular sería que habría que complementarla con la ISO 9001 y un análisis interno adaptado a la formación virtual concreta, en la búsqueda de la excelencia.
Una solución posible desde el punto de vista de una empresa que ofrece formación virtual, y que ya dispone de una certificación ISO 9001 para sus procesos internos, podría ser la siguiente, en este orden:
En este sentido, AENOR ha desarrollado en España la norma UNE 66181:2008 de “Calidad de la Formación Virtual”, que tomando como referencia otras normas internacionales, establece las pautas mediante las que se certifica la calidad de las acciones formativas impartidas en modalidad de formación virtual, cuyos factores de satisfacción pretenden ayudar al cliente de la formación por un lado, que tendrá unos criterios de referencia que le permitirá establecer comparativas para formaciones similares, y al proveedor de la misma por otro, que dispondrá de los criterios necesarios que le permitan realizar una mejora continua en sus formaciones.
No obstante, y teniendo en cuenta que la recomendación que se hace desde AENOR es la de la aplicación conjunta de la UNE 66181 con otras normas de calidad ISO adoptadas como normas UNE, mi visión particular sería que habría que complementarla con la ISO 9001 y un análisis interno adaptado a la formación virtual concreta, en la búsqueda de la excelencia.
Una solución posible desde el punto de vista de una empresa que ofrece formación virtual, y que ya dispone de una certificación ISO 9001 para sus procesos internos, podría ser la siguiente, en este orden:
- Hacer extensible la certificación ISO 9001 a los procesos de la formación virtual, en la búsqueda de la Calidad Total (en caso de no disponer de dicha certificación, esa debería ser la prioridad)
- Realizar un análisis interno exhaustivo de la formación virtual en la búsqueda de posibles mejoras
- Solicitar los servicios de auditoría externa por parte de AENOR para lograr su certificación bajo la norma UNE 66181
Para la realización del análisis interno existen varias posibilidades y guías a seguir, como el «Desarrollo de un sistema de evaluación para los servicios de formación online en un campus virtual (SESFO)», desarrollado en el Programa de Estudios y Análisis destinados a la mejora de la calidad de la enseñanza superior y de la actividad del profesorado universitario, del Ministerio de Educación y Ciencia, o la «Guía Metodológica para el análisis de la calidad de la formación a distancia en Internet. Meca-ODL», de la Fundación Universidad-Empresa de Valencia, aunque particularmente me inclino por una adaptación del «Manual para la evaluación de la calidad de acciones de formación a través de e-Learning» creado por el Grupo de Investigación IDEA de la Universidad de Sevilla.
Finalmente, para evaluar el grado de satisfacción con la calidad de la acción de formación ofrecida por la empresa a través de su plataforma y la utilidad de la formación recibida, sería necesario realizar un cuestionario de evaluación del curso por parte de los usuarios y de los tutores, que permitan localizar los puntos débiles existentes y tratar de poner los medios para mejorar el servicio que se ofrece, y un cuestionario para la evaluación diferida de la formación existente, que permitirá conocer la evaluación por transferencia de la formación recibida.
Finalmente, para evaluar el grado de satisfacción con la calidad de la acción de formación ofrecida por la empresa a través de su plataforma y la utilidad de la formación recibida, sería necesario realizar un cuestionario de evaluación del curso por parte de los usuarios y de los tutores, que permitan localizar los puntos débiles existentes y tratar de poner los medios para mejorar el servicio que se ofrece, y un cuestionario para la evaluación diferida de la formación existente, que permitirá conocer la evaluación por transferencia de la formación recibida.
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